viernes, 30 de noviembre de 2012

El refinado zapato del Rococó entra en la corte de Luis XV

Babucha de mujer bordada característica del Rococó - Imagen Google
Babucha de mujer bordada característica del Rococó - Imagen Google
El estilo llamado con el nombre de Rococó, influye en formas y estilos, creando zapatos menos pomposos y ornamentados como los de la corte del Rey Sol.
Aparece en la Francia de Luís XV y se sitúa a partir del primer tercio del siglo XVIII, se caracteriza fundamentalmente por una simplicidad de estilos y alejándose del formalismo del zapato empleado en la corte de Luís XIV. Podemos decir que se trata de un periodo post-barroco que lo inunda todo, desde el arte en todas sus expresiones hasta la vestimenta y el calzado.

Fin del periodo Rococó

Podemos decir que el Rococó se vio cercenado de forma casi inmediata, con la llegada de la revolución francesa en el año 1789. La moda en este periodo de tiempo pasó de ser impuesta por la corte a producir sus tendencias dentro de la burguesía y la aristocracia de su tiempo, con un natural declive hacía la última parte del siglo.

La influencia en lo oriental y el uso del tacón en la mujer

La influencia en lo oriental es asumido por la mujer que, además de usar detalles de maquillaje y adornos, también se refleja en el calzado con el uso de una especie de chilenas o babuchas que llevaban la puntera doblada hacia arriba y un tacón de tres centímetros, generalmente de color rojo. Se utilizan finas sedas con colores pálidos y adornos en la pala. Pero la influencia francesa hizo que, en algunos países europeos, los tacones llegaran a tener una altura excesiva, sobre los ocho centímetros, y ello daba lugar a que la mujer fuese alcanzando mayor altura, mientras que el hombre iba abandonando los tacones en sus calzados.

Los materiales empleados

Se emplearon, para forrar los zapatos y los tacones, tejidos tipo tapiz, otros con complicados bordados y se abandonó el uso de los patines de madera. El uso preferente de sedas con hebillas forradas daban un aspecto elegante a los zapatos de mujer que, desde el período anterior hasta final del rococó, carecían de forma para cada pie, es decir, los zapatos tanto del pie derecho como del izquierdo, eran iguales.

El calzado para los hombres

En el hombre se sigue la tendencia del tacón, pero con calzados más discretos que seguían llevando bordados y abalorios. Las puntas pasaron de ser cuadradas a puntiagudas de forma definitiva. Las botas son más cortas y se siguen llevando las cañas acampanadas muy abiertas, pero con menor cantidad de adornos y puntillas, también el uso del tacón se hace menos generalista. La piel de calidad para la burguesía con grandes lazos de colores que combinan con el tono del tacón.

Las botas y las hebillas en el calzado para hombre

El uso de la bota pasa a ser un complemento enteramente masculino, tanto para los soldados como para el uso diario del ciudadano medio; la mujer llegó a tener casi vetado el uso de la bota, incluso la de montar y la influencia de las guerras en oriente, en América y en Europa fueron dejando la bota para uso exclusivo del hombre de armas.
El calzado de hombre conforme perdía altura se iba complementando con grandes hebillas, que estaban forradas y bordadas con hilos de oro y plata. Las suelas de los zapatos solían llevar dibujos alusivos al personaje o sus costumbres (corazones, cartas, instrumentos musicales).

El Rococó y su influencia el el calzado español

La influencia de este movimiento surgido en Francia, llegó a todos los países de Europa que, de una u otra forma, lo iban adaptando a sus costumbres y formas de vida, en España también influenció la moda francesa, y en lo que respecta al calzado fue menos importante, ya que los calzados españoles del barroco, eran menos recargados que los usados en la corte francesa y, aunque también tuvo su importancia, las formas más suaves y estridentes, recargadas y ornamentales de otros países, se atemperaron en España que se hicieron más elegantes con una sobria decoración.

 



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jueves, 29 de noviembre de 2012

La moda del calzado para hombre y mujer en el Periodo Barroco

El Rey Sol, Luís XIV de Francia - Museo del Louvre, Paris
El Rey Sol, Luís XIV de Francia - Museo del Louvre, Paris
 
El llamado periodo Barroco, fue un tiempo en el que florecieron especialmente la cultura y las costumbres, en el siglo XVII y principios del XVIII.
La Europa desarrollada del siglo XVII abarcaba toda la zona occidental del viejo continente y el Barroco afectó a la cultura, la moda y la sociedad en general, florecieron las artes y las letras, con importantes avances en el campo de la ciencia, todo el estilo de vida se impregnó de una recargada ornamentación, de ahí viene el término barroco, aludiendo a la deformidad pomposa y exuberante.

De la sencillez a la grandiosidad

El periodo anterior al barroco, estaba marcado por la sencillez en las líneas y en las formas; la afluencia de nuevos tejidos desde Francia y desde las colonias, producen en la sociedad un cambio en los volúmenes, tanto en las ropas como en el calzado.

El calzado para hombre

Las formas en el calzado para el hombre experimentan un cambio radical y del austero zapato del siglo XVI, se pasa aun calzado ampuloso, con el empleo de tacones que con el paso del tiempo, llegarían a alcanzar mayor altura. Las botas acampanadas, con volantes y puntillas son una costumbre generalizada. La bota de campaña, hecha para los soldados, era muy alta y acampanada, pero totalmente cerrada.

El calzado para la mujer

La longitud de las redondeadas faldas, que llegaban casi hasta el suelo, apenas dejan ver los zapatos de las damas que, no obstante, se engalanan con ricas telas y algunos adornos de pedrería, puntillas y demás piedras que denotaban la riqueza de quien las calzaba. Calzaban zapato plano con lijeros tacones o tapas y en el centro del empeine destacaban adornos de moñas o lazos de seda. Se empleaban una especie de patines o chanclos de madera, para evitar que los tacones o suelas se hundieran en el barro.

Los Reyes de Francia

La corte francesa marca la pauta del vestido en Europa, pero especialmente Luis XIV, calza zapatos con sedas multicolores, combinadas con pedrería y piel, pero lo que destaca de su calzado es el excesivo tacón que, con el uso, genera una moda en el viejo continente y que nació casi por casualidad, ya que los tacones los mandó hacer para disimular su baja estatura; moda que encargaría de potenciar su hijo y sucesor Luís XV.
El Rey Sol, como se llamó a Luís XIV, iluminó la vida y las costumbres de Europa al imponer una cierta clase de hábitos que llegaban desde las largas pelucas, hasta los altos tacones diseñados y realizados por su zapatero personas Nicholas Lestage, quien no podía realizar otro zapato similar bajo pena de destierro o muerte.

El tacón rojo

Durante todo el Período Barroco, los colores tuvieron un especial significado, sobretodo el color rojo; hubo un tiempo, al principio del periodo, en el que dicho color lo llevaban las personas más humildes, pero pronto cambió y lo hizo de la mano del rey, el tono de los tacones rojos fue otra imposición de la moda.

Novedades de las colonias

En el barroco, las colonias seguían las costumbres de los países colonialistas y las modas eran muy similares, aunque por las diferencias climatológicas y culturales, el empleo de determinados tipos de piel y tejidos eran exportados a Europa, es el caso de los mocasines, tipos de chilenas o alpargatas. A mediados del periodo la piel afelpada y los tonos blancos se imponían; las botas altas se empezaron a emplear solamente para los soldados y los caballeros paliaron este hecho con mayor cantidad de repliegues en su calzado y número de puntillas y abalorios.

Las punteras de las hormas

Un cambio significativo en esta época, fue la forma de las punteras de los zapatos, de una punta redondeada que caracterizaba el calzado del Renacimiento, se pasó a puntas más cuadradas, primero, y más puntiagudas al mediados del siglo XVIII. Los zapateros proliferaban en todas las ciudades, que hacían zapatos por encargo, pero el oficio de zapatero era una actividad casi generalizada en las gentes de esta época, calzar zapatos de cuero conllevaba una esmerada confección, primero de la horma y después del calzado, por eso los económicamente más pobres no podían encargar sus zapatos y pagarlos, de ahí que no les quedaba más remedio que realizarlos para ellos y sus familias.

Zapatero Luís XV, reminiscencias del pasado

En pleno siglo XXI, en la ciudad de Elda, todavía se habla de "zapatero de Luis XV", para referirse a un tipo de artesano que es capaz de dominar las técnicas artesanales para hacer zapatos de tacón alto y perfecta hechura. Era una costumbre, desde el siglo XIX, encontrar en fábricas de calzado de la ciudad zapatera del Medio Vinalopó, carteles en las fachadas de las fábricas que requerían la presencia de "zapateros de Luís XV".

domingo, 18 de noviembre de 2012

¿Locas por los zapatos de tacón?

El Centro Nacional de Investigación de Gran Bretaña reveló en 2007 que las mujeres de este país cuentan con una media de 19 pares de zapatos, aunque solo usan cuatro. Además, un 15% de ellas dijo que tenía en sus armarios más de 30 pares.

A diferencia de los complementos, los zapatos son un accesorio que se parece más a una prenda, porque los llevamos por necesidad y conforman una prolongación de nuestro cuerpo.

En las tres últimas décadas, los diseñadores han visto cómo pasábamos de llevar zapatos casi sin etiqueta a zapatos con nombre propio. Se han convertido en un objeto de culto, una obra de arte y en la pieza que más se colecciona en los armarios, sobre todo aquellos que tienen tacón y, más concretamente, aquellos que llevamos en contadas ocasiones.

De hecho, el mismo estudio británico señaló que un 43% de las encuestadas tenía alguna que otra herida como consecuencia de sus zapatos, aunque un 8% aseguró que tenía heridas serias.

Esto revierte directamente al gran mal de algunos zapatos, que pueden ser verdaderamente dañinos para nuestra salud. Aquellos que incorporan tacones de vértigo –según las grandes marcas, los que miden más de seis centímetros– suelen ser causantes de dolor de espalda, de pies, de tobillos, de rodillas y de cadera.

Aunque parezca que en los últimos años los tacones no encuentran su límite de altura, lo cierto es que se ha registrado un crecimiento en el tamaño en tres periodos distintos: los años 30, los 70 y la actualidad.

Sea cual sea su longitud, los tamaños tienen toda una historia a sus espaldas y sus primeras representaciones se encuentran en el antiguo Egipto, donde hombres y mujeres marcaban la moda con sus zapatos elevados. Sin embargo, nadie les prestó mucha atención hasta el siglo XV, cuando muchos caballeros empezaron a usarlos por comodidad a la hora de encajar el pie en el estribo cuando cabalgaban. La monarquía francesa se encargó de hacer el resto, y Catalina de Médici fue la primera reina consorte que llegó a lucir tacón alto el día de su matrimonio.

Sin embargo, establecido ya el reinado de los zapatos en el mundo general de la moda, lo cierto es que cada vez más marcas están apostando también por un calzado más cómodo, debido quizá a que ahora pueden verse las consecuencias de un uso constante de zapatos poco recomendables en nuestras madres y abuelas, algo que hace treinta años todavía no podía apreciarse.
                                                                                                                                    
* RevistaFucsia.com

viernes, 9 de noviembre de 2012

Bolsos y zapatos de piel. Mantenimiento y Conservación.

Limpieza de una cartera - Imagen Google
Limpieza de una cartera - Imagen Google
La piel es un elemento formado por fibras de materia orgánica. En la conservación de bolsos y calzado es importante mantener las propiedades de los cueros.
Los cueros y pieles de animales se emplean en la fabricación de bolsos y zapatos, junto con otros artículos que pueden llegar a ser de origen sintético. En la actualidad cobran una especial importancia, las pieles sometidas a una serie de técnicas para realizar grabados y texturas.

El tipo de piel

Las pieles pueden proceder principalmente de ganados bovinos y caprinos, sin que ello quiera decir que no se puedan emplear otro tipo de pieles, tales como reptiles o incluso pieles exóticas y con pelo, pero estos casos son menos corrientes, y se emplean para ello, animales de los llamado vivero o granja, con el fin de preservar el equilibrio de las cabañas existentes en libertad.

La curtición de pieles para bolsos y calzados

La curtición de la piel es un proceso que tiende a devolver a la piel, tras el sacrificio del animal, las características de flexibilidad, resistencia y apariencia estética. A la piel hay que limpiarla de la suciedad y materiales de primera conservación para a continuación, tratarla con lo que se denomina materiales curtientes.

Tipos de curtición

Según el sistema empleado para curtir una piel, se conseguirá de ella unas propiedades u otras, con unos se les confiere mayor flexibilidad, con otros la dureza aumenta. Hay varios tipo de curtición; las que emplean productos inorgánicos y aquellas que emplean productos de naturaleza orgánica.
Entre los inorgánicos se encuentran como más importante, las sales de cromo; en los orgánicos destaca la curtición vegetal.

La piel de alta calidad

Es aquella de grano uniforme y limpio que, por el proceso de curtición empleado, mantiene sus características prácticamente al cien por cien.
El sistema de curtición empleado es con curtientes derivados de sales de cromo y el inconveniente es que estas sales son de difícil eliminación y por tanto degradantes para el sistema ecológico . Cada día se depuran las técnicas para conseguir una buena calidad de la piel, con productos procedentes del reino vegetal, lo que se conoce con el nombre de taninos y que fueron los primeros que se emplearon para el curtido.

La piel ecológica

La permanente preocupación por el medio ambiente, lleva a las industrias del curtido a investigar nuevas técnicas, de ahí que se haya llegado a considerar una piel ecológica, aquella que está libre de cromo, en algunos casos y tras el tratamiento con taninos vegetales, se utilizan sintéticos y polímeros, lo cierto es que la piel resultante se considera no contaminante.

Preservar la piel se humedad excesiva y suciedad

Como el cuero ha sido tratado, entre otras cosas, para eliminar la humedad de las fibras orgánicas, es necesario que protejamos los bolsos y calzado de la lluvia y excesiva humedad, por medio de un tratamiento con cera de abeja o grasa de los muchos productos existentes en el mercado, antes de usarlos. Con respecto a la suciedad, debe cuidarse especialmente las cremalleras y herrajes, además de la propia piel, con un paño suave y seco, antes de ser utilizado.

Limpieza de la piel o del tejido

Si el bolso es nobuk o el ante, debe emplear se un cepillo con gamuza para quitar las posibles manchas.
Si el bolso es de tejido y está manchado, debe limpiarse con una esponja húmeda y un poco de jabón neutro, pero cuidado porque puede alterar el color, por lo que conviene realizar una prueba previa; por supuesto nunca debe introducirse un bolso en la lavadora.
La piel de charol, el cuero sintético acharolada o tejido recubierto; deben evitarse el contacto con fuentes de calor y excesiva humedad; si el bolso está mojado, debe emplearse un trapo de algodón para secarlo. Es importante evitar un contacto prolongado con otros materiales ya que en, el caso del charol, tiende a absorber los colores. Igualmente este consejo es válido para cualquier tipo de piel.
Si el bolso es de piel de reptil u otro tipo de piel exótica y delicada, debe conservarse en el estuche de origen y con algodón o envuelto en un tejido.




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