viernes, 30 de marzo de 2012

En momentos de crisis. Defensa de nuestros productos de calidad


Calzado procedente de China - Imagen Google
El comercio interior en España sigue su deterioro como consecuencia de la competencia con productos importados, de economías emergentes de baja calidad.
Estamos leyendo estos días en diferentes medios de comunicación, los acuerdos alcanzados entre México y China, para la importación a aquel país amerícano, de productos de calidad procedentes de China y, en especial de calzado.
Made in China
Si fijamos la atención en algunos medios de comunicación, incluido internet, cuando buscamos alguna noticia relacionada con el calzado, por ejemplo, aparecen cientos de anuncios de importadores de productos fabricados en China a precios muy baratos.Grandes almacenes de productos procedentes de Asia.
Es muy difícil encontrar una ciudad en España, que supere los diez mil habitantes, que no tenga uno, o incluso más almacenes repletos de productos variopintos, fabricados en China; a unos precios que, si en unos años fueron muy competitivos, hoy ya no lo son tanto.
La calidad en los fabricados de economías emergentes
Si de calidad hablamos, creo que no es exagerado decir que está por debajo de la media desea en un artículo de uso corriente y muy por debajo de la que nos imponemos a nosotros mismos con productos españoles.
El comercio nacional
Cuando observamos los almacenes cargados de productos fabricados en países asiáticos o de otros países en vía de desarrollo y los niveles mínimos de calidad, no podemos por menos que sentir un profundo malestar, pensando el daño tan tremendo que se está infringiendo a la economía local.
El pequeño consumidor busca el producto más baratos pero, en la mayor parte de los casos, las garantías de calidad de ese producto son mínimas o no existen, pero la compra ya está hecha.Artículos.
Pongamos como ejemplo el calzado
Si del calzado hablamos, podemos contrastar dos tipos de calzado, aquel que se importa obedeciendo a una calidad media y aquel otro que no responde en absoluto a los parámetros mínimos que, para el calzado, deben exigirse en base a salvaguardar problemas físicos en los pies.
Un tipo medio de calzado nacional puede bajar a costes cercanos a los quince o veinte euros (piel por supuesto), de China se importan zapatos de piel que no superan los cinco euros ¿cómo podemos defender nuestra economía y nuestras industrias zapateras?.
México nos marca un camino
Leemos en algunos medios, que se han firmado convenios entre China y México, para salvaguardar la industria local, con la exigencia de mayor calidad en los zapatos importados y precios ajustados a una economía legal, es decir, no procedente de situaciones, como acusan algunos, de "semiesclavitud".
Esa gran nación americana está viendo crecer las importaciones asiáticas por encima del 150% con respecto al año anterior y considera llegado el momento de poner un tope a ese empuje que pone en peligro su propia economía.
Los contrastes
Las economías de la Unión Europea, son muy distintas entre sí, aunque aparentemente se rijan por las mismas reglas; pero eso no es así, baste con visitar ciudades medianas o grandes en países de la Unión como Francia, Alemania, Bélgica, Holanda; ¿donde se encuentran esos macro almacenes de productos asiáticos?, es más, siquiera hemos podido encontrar pequeñas tiendas que compitan con los productos locales.
Las reglas de juego
Es preciso que dejemos de ser los "quijotes" de Europa, importar sí, pero con las debidas garantías de calidad y a precios razonables, ¡no vale todo!, por encima del comercio (del pequeño comercio) está también la industria y las importaciones salvajes, conducen a una anarquía del mercado y a unos niveles de paro como los que padece nuestro país.
Reclamamos u nuevo escenario
Con unos parámetros que sirvan para todos, pero que esencialmente contemplen que los productos que se importen, se hagan en tal cantidad y en condiciones tales que no causen, o amenacen causar, una desorganización del mercado interior nacional y el mercado interior de la Unión.

domingo, 25 de marzo de 2012

¿Porque los zapatos rojos de los Papas?





Hoy se está produciendo la visita del Santo Padre el Papa Benedicto XVI a México, concretamente lo hace a la ciudad de León, en el estado de Guanajuato, esta zona y más concretamente León, es la capitalidad de la fabricación de calzados en el país americano, celebran allí sus ferias anuales de calzado y es en ese lugar donde se está proyectando realizar un Museo de la Piel y del Calzado, que se pretende sea el más importante del mundo.


Hemos leído que los leoneses, concretamente la Cámara del Calzado de la ciudad, han regalado al Papa de Roma, unos zapatos rojos para que los calce en las ceremonias que se celebrarán en esa ciudad.


¿Porqué los Papas calzan zapatos de color rojos?. También hoy hemos leído en "El Diario" americano, una noticia relativa a ese color rojo para los zapatos de los Papas, que reproducimos:

No son de la marca Prada, como se ha especulado, tampoco atienden a un gusto personal, como podría pensarse. Los zapatos rojos que usa el Santo Pontífice de la Iglesia Católica tienen un significado religioso muy antiguo el cual, después de haber sido abandonado por el Papa Juan Pablo II, fue retomado por el Papa Benedicto XVI.



Durante sus muchas visitas a distintos países, como las realizadas recientemente a Cuba y México, uno de los aspectos que llama la atención de Benedicto XVI es su calzado. Esos interesantes zapatos rojos que contrastan con el blanco del resto de su vestimenta, hacen que muchos se pregunten cuál es el significado que tiene ese color en la tradición papal.



La respuesta se puede encontrar en la historia clásica. Según los historiadores, en el Imperio Bizantino el color rojo simbolizaba el poder y sólo el emperador, la emperatriz y el Papa estaban autorizados a llevarlo en sus vestimentas.



En 1276 el Papa Inocencio V, quien era dominico, quiso vestir la sotana blanca, que se mantiene hasta ahora y que simboliza la paz. Sin embargo, Inocencio V conservó el color rojo solamente en los zapatos, que según la Iglesia Católica simbolizan la sangre de Cristo y los mártires que, "al regar el suelo, impregnarían el calzado de este color".



Benedicto XVI decidió retomar varias vestimentas antiguas de los Papas, como el sombrero de ala ancha llamado "saturno", la capa "mozzetta" que cubre la espalda y se cierra en el pecho y el gorro "caumaro" rojo con orla blanca.



Sus antecesores, como Juan Pablo II, también usaron la capa y en determinadas ocasiones los zapatos rojos.



El Vaticano tuvo que tomarse el tiempo de aclarar que los zapatos rojos que lleva Benedicto XVI no son de la marca italiana Prada, como se ha hecho creer. Según una nota de prensa publicada en el periódico de la Santa Sede L Osservatore Romano, los mocasines rojos pontificios son hechos por un artesano de Novara (norte de Italia) que se llama Adriano Stefanelli, quien confecciona el calzado de Benedicto XVI desde que fue elegido Papa.



"La banalidad contemporánea ni siquiera se dio cuenta de que el color rojo (de los mocasines) encierra un nítido significado de martirio, así como no entendió que estas voces eran incongruentes con el hombre simple y sobrio que, en el día de su elección al papado, mostró a los fieles atestados en la plaza de San Pedro y a todo el mundo las mangas de una modesta camiseta negra", escribió el diario cuando surgió la polémica.



L Osservatore Romano agregó que "en la atención en la liturgia debemos enmarcar la importancia -visible por cualquier persona no atontada por la frivolidad- que Benedicto XVI atribuye a los paramentos y, en modo particular, a los ornamentos litúrgicos", subrayó el periódico.



Porque el Papa, en suma, "no viste Prada, sino Cristo".

domingo, 18 de marzo de 2012

El Calzado en la Edad Media


La larga Edad Media, comienza con la caída del Imperio Romano en el siglo V y duraría hasta el siglo XV; los calzados distinguían a las clases sociales.


La debilidad del poderoso Imperio Romano, debido a las luchas internas y al avance de los pueblos bárbaros, dan paso a la larga y vibrante Edad Media que, durante más de diez siglos, marcan un estilo en todos los órdenes, incluido el calzado.

Zapatos para todas las clases sociales

Se emplearon todo tipo de calzados y de materiales conocidos en la época, desde el cuero, hasta las mallas metálicas; las sandalias; zuecos; las calzas con suelas de cuero adheridas; las botas y los borceguíes con calzados que tenían las puntas muy largas.





El Cordobán

Se trata de un cuero de cabra de gran calidad, ligero y suave, que se obtenía mediante procesos de curtición vegetal con taninos extraídos de determinados árboles y arbustos, especialmente el zumaque. Pero también con esa denominación se referían a los cueros curtidos de potro; unos y otros se empleaban para realizar trabajos en piel y para calzados.




Con el nombre de cordobán se realizaban unas técnicas sobre la piel nacidas en la Edad Media, en la ciudad de Córdoba, y que tendrían el máximo apogeo, en los años posteriores, con la ocupación musulmana en España.

El uso exclusivo de botas

Las botas eran calzados que solo eran usados por los hombres; se podían distinguir, las botas de caña media y las botas de caña alta, incluso hasta los muslos; los caballeros usaban las mejores pieles para hacer sus botas y, en algunos casos, las adornaban con lazos o diversos metales, incluidas las piedras preciosas.

Entre las acusaciones lanzadas contra Juana de Arco estaba también la de haber llevado botas, calzado exclusivamente masculino; en cambio las mujeres llevaban chinelas bajas que, en el siglo XIV, podían estar forradas de sedas o terciopelos de diversos colores que las hacían llamativas y elegantes.


Crackowes y Poulaines

Procedentes de Croacia, se extendió la costumbre en el siglo XIV, de usar unos calzados extremadamente alargados en la zona de la punta, llegando a alcanzar hasta más de veinte pulgadas, lo que suponía una extravagancia que, para evitar pisarlas al caminar, se sujetaban con cadenillas (a veces de oro) a la zona del empeine.

Este tipo de calzado llegó a Inglaterra de la mano del rey Ricardo II y de allí pasó a Francia y España; en la Europa del Medievo se impuso la moda, en las personas jóvenes, de rivalizar con los calzados de puntas más estilizadas y largas.

La extravagancia

La extravagancia y la exageración, llevaron a limitar las medidas de estas puntas que, también clasificaban a las clases sociales. No es una exageración afirmar que, en aquellos tiempos, deambulaban ciertos personajes con una larguísimas puntas en el extremo de sus zapatos y sujetas con cordones de seda a la cintura.

Medidas máximas para las puntas de los zapatos

El rey Carlos V de Francia, prohibió que se hiciera este tipo de calzado por lo exagerado y peligroso para caminar, pero la moda no decayó. Felipe IV el Hermoso, en Francia y Eduardo III de Inglaterra decidieron, a principios del siglo XIV, establecer varias medidas sobre la punta de las polainas para distinguir las jerarquías sociales, por ejemplo: a las de un príncipe, correspondían puntas de más de dos pies de largo; a las de un barón, de dos pies; a las de un caballero, de pie y medio, y a las de la gente del pueblo, de medio pie solamente.



La prohibición

En 1436, el rey Eduardo IV de Inglaterra dictó una ley para poner coto y semejantes desmanes: " A los nobles cuyo título esté por debajo del de Lord no les están permitidos los zapatos o las botas cuya punta sobrepase las dos pulgadas; el Rey podrá cobrar una multa de tres chelines y dos peniques cada vez que se incumpla lo dictado".

Las calzas y los patines o zuecos

En el periodo que nos ocupa se emplearon todo tipo de calzados, sin embargo hubo una modalidad muy extendida entre la burguesía y la clase adinerada de la época; las calzas con suela sujeta a la parte inferior y el zueco o patín para introducirla. De esta forma se caminaba por las calles polvorientas o embarradas y al llegar a un lugar habitado, se quitaban los patines y se caminaba en el interior de los edificios con las calzas.




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sábado, 3 de marzo de 2012

El calzado en las zonas habitadas por los esquimales



Los pueblos de la zona norte de América; Círculo Polar; Alaska y Groenlandia, empleaban un calzado de piel para soportar las temperaturas bajas

El calzado siempre llevaba unida una caña de cuero a la base del zapato y, en determinados lugares, se calzaban con doble y triple calzado, pero conservando la ligereza, ya que los "zapatos interiores" no llevaban suelas y suponían una simple protección frente a la climatología.

Tipos de pieles

Los pueblos que conocemos como esquimales, empleaban las pieles de los animales de su entorno: Foca; Ballena; Oso; Reno; Liebre; Ardilla, entre las más empleadas. Las zonas en que habitaban eran muy ricas en especies animales y peces, por lo que se aprovechaban sus pieles y huesos para confeccionar la indumentaria y naturalmente el calzado.



La bota llamada Mukluk

Se confeccionaban a base de piel de Reno o Foca marina y son botas que pesan poco y permiten deslizarse con facilidad y de forma silenciosa; a veces se adornan con pieles de mapache, conejo y con pompones y granos de colores. Son muy transpirables y permiten un intercambio de aire esencial para evitar la congelación.

El calzado de los Inuik

Esta palabra ha caído en desuso en la actualidad, pero su significado es el de hombre que habita las heladas tierras del norte; así se ha llegado a llamar al calzado, también con ese nombre "Inuik". Todavía siguen separados de la sociedad moderna y continúan con sus tradiciones, entre las que incluye, las de hacer los zapatos que intercambia con el "hombre blanco" por diversos artículos.

Uno de los calzados muy característicos de este pueblo, eran las botas llamadas "Copper inuit", nombre que recibían también los habitantes de esa zona que viven al norte en Manavut, Región de Inuvik, Isla Victoria e Isla de los Blancos y que a principios del siglo XX, combinaban pieles de foca, ballena o reno con lanas formando franjas en la zona de la caña o pierna.

La tradición de tejedores

Ese frío intenso y extremo, les obliga a protegerse tanto en el cuerpo como en el calzado y además del empleo de las pieles, se utilizan mucho las lanas e incluso algunas plantas que recogen en verano y tras secarlas y trenzarlas, se emplean para hacer calcetines, entre otras prendas, manteniendo así los pies secos y calientes.

El bordado con pelo

Los grupos Yupik, introdujeron el bordado con pelo ( reno) en las botas confeccionadas con pieles de foca, ballena o reno. Este tipo de bordados, además de dar mayor protección ante las bajas temperaturas, proporcionaban un adorno excepcional que solamente este pueblo era capaz de hacer.




Las tribus nativas del Norte

Los naskapi ( "la gente más allá del horizonte") que habitaron el este de Quebec en Canadá y la península de Labrador, utilizaban un tipo de mocasín con aplicaciones de grano y símbolos religiosos; eran pueblos nómadas que intercambiaban los calzados y otras prendas con sus vecinos, los inuik y los habitantes de la Bahía de Hudson.

Las raquetas de los esquimales

La abundancia de nieve en las zonas habitadas por los pueblos conocidos como esquimales, hacían muy costoso el caminar porque el calzado penetraba en la nieve y se producía un cansancio prematuro, de ahí que se utilizasen las conocidas "raquetas", que estaban elaboradas con cuero, madera (formando el arco exterior) y redes que le daban una mayor ligereza.

Las raquetas se sujetaban a las botas, por medio de correas de cuero.
Calzados con "grampones"

Aunque el significado de la palabra "grampón" entendemos un tipo de enganche de acero a la bota para poder caminar sobre zonas heladas; los fundamentos son los mismos que en la antigüedad y los nativos de las zonas de Alaska o Groenlandia, empleaban un tipo de sobre-calzado que lo hacía de madera, metal o hueso y que incluso llegaban a tallarlo con adornos que representaban animales, osos o focas; algunos de ellos eran incluso de marfil.



* http://jose-maria-amat.suite101.net/el-calzado-en-las-zonas-habitadas-por-los--esquimales-a77355