viernes, 12 de agosto de 2011

Vilanova dos Infantes, una población con gran tradición zapatera.



De Vilanova dos Infantes, dentro del municipio de Celanova,provincia de Orense, llama la atención la disposición circular de sus casas de piedra y teja en torno a la torre fortaleza del siglo XII que se erige en medio del pueblo. Pero lo más peculiar es, sin duda, que casi todos sus habitantes, ahora ya jubilados, comparten el oficio de zapateros y que compaginan su actividad profesional con la música, se trata de un pueblo con varias construcciones medievales y una tradición que arranca de siglos atrás.

En los años cincuenta Vilanova contaba 152 zapateros
septuagenarios que practicaban el oficio dirigen a los turistas.


Cuenta la leyenda que allá por el siglo XVII en esta villa se encontró una imagen policromada de la Virgen dentro de un vidrio soplado. Un herrero intentó romper el cristal y algunos pedazos que saltaron a sus ojos le dejaron ciego. Este imploró a la Virgen, quien le devolvió la vista. Ese diminuto vidro, en la bolsa de un labriego que lo encontró, pesaba tanto que apenas lo podía soportar y lo dejó abandonado en el campo. Tanto este prodigio como aquel milagro lo comunicaron a las autoridades eclesiales-

Por este presunto milagro, ocho zapateros varones crearon un baile en honor a la Virgen del Cristal, que se convirtió en la patrona de este gremio de artesanos y cuya fiesta se celebra el 15 de septiembre. La danza estaba acompañada por la música de la banda municipal cuyos integrantes también eran zapateros. "En los años cuarenta íbamos a tocar a Coruña y su alcalde, Alfonso Molina, salía de cañas con los más jóvenes de la banda", comenta Luis Pérez, zapatero de 75 años que aún toca el clarinete en la orquesta de Vilanova dos Infantes.

Desde la fundación del conjunto de música, en 1865, los vecinos del pequeño pueblo se dedicaban en invierno a la confección de los zapatos mientras que en verano se centraban en tocar por todas las comarcas de Galicia. La atalaya medieval se convirtió en su inusitado local de ensayo.

En los años cincuenta llegaron a reunirse 152 zapateros en esta población que no alcanzaba los 500 habitantes. Una ocupación que pasaba de padres a hijos y en la que colaboraban todos los miembros de la familia que realizaban un trabajo en cadena.


Cada familia producía tres pares de zapatos al día con un coste de fabricación de cinco pesetas por par. Los de mejor calidad eran vendidos para viajantes a 300 pesetas, mientras que el resto de la producción, más asequible, se destinaba a multitud de ferias y mercados que se celebraban al cabo del mes por todo Ourense. Eran las mujeres quienes cargaban sus burros con el género mientras los hombres hacían frente al taller en Vilanova.

Con la llegada de la mecanización el proceso productivo junto con la aparición de nuevos materiales sintéticos, puso fin al complejo proceso del cosido . Esto obligó a que muchos artesanos optasen por transformarse en empleados de algunas fábricas que fueron surgiendo por la industrialización mientras que los más valientes emigraron a Latinoamérica, sobre todo a Venezuela.

Actualmente Vilanova dos Infantes solo cuenta con 50 vecinos y un zapatero que abandonó el oficio artesanal fascinado por las nuevas tecnologías. Pero los vilanoveses se niegan a que se olviden sus seis siglos de historia del calzado y para evitarlo han creado una exposición permanente en la Cueva de San Vivián, una construcción enigmática cuya procedencia es inexplicable.


Para acceder al recinto basta con tropezar con un lugareño quien conduce al visitante al museo donde se conservan documentos de la época que hablan de esta tradición.

sábado, 6 de agosto de 2011

Como se creó la Escuela Taller para zapatos artesanos del Museo del Calzado

El Taller Escuela que funciona en el Museo del Calzado desde el año 1992, tiene su origen en una generosa aportación de trabajo de un ilustre zapatero eldense, Sebastián Fernandez; este señor con una enfermedad terminal apareció por el Museo recién creado, para poner a disposición sus conocimientos y de esta forma, que los jóvenes pudiese aprovechar sus experiencias en el campo de la artesanía y zapatos a medida. El director en ese momento, puso en sus manos a varios especialistas, entre ellos a Hermelando Albert, los cuales trabajaron con el maestro más de un año, hasta que falleció. Ahí nació esa escuela y gracias a Sebastían hoy sigue siendo una realidad con los programas que se realizaron entonces y las prácticas a cargo del zapatero y empleado del Museo, Hermelando.


En el año 1999, se celebró en Valencia la II Feria y I Certamen Artesanal de la Comunidad Valenciana de zapateros manuales y medida; en ella el Director del Museo del Calzado intervino en una Ponencia-Comunicación, que aquí resumimos y que nos habla de la necesidad de crear la Escuela Taller para zapateros manuales.


"El Museo del Calzado se inaugura de forma provisional en el año 1.992 y de forma casi simultánea iniciamos la actividad docente de preparar zapateros con mas de 10 años como tales, para acceder a los conocimientos de la industria artesana del calzado y naturalmente de los problemas anatómicos que pudieran afectar a los pies y piernas. Se trata sencillamente de formar zapateros que con los conocimientos profesionales actuales, acaben por asimilar los tradicionales, es decir sepan hacer zapatos con sus manos para adaptarlos a los problemas anatómicos de las personas que los padecen. Realizamos un Plan de estudios y prácticas, lo ponemos en marcha y lo vamos depurando progresivamente a lo largo de las experiencias de cursos realizados. La maquinaría actual no puede entrar a realizar determinados trabajos que requiere un pie con deformaciones o malformaciones, cuando se trata de resolver problemas de ese tipo, no hay mas remedio que acudir a un zapatero que domine las técnicas artesanales y de forma manual, complete la realización de ese calzado a medida. Para poder dar respuesta a esos problemas se hace necesario preparar a zapateros manuales que lleguen a conocer con detenimiento los problemas anatómicos de las extremidades y las enfermedades que aquejan al pie y pierna. Precisamente ese es uno de los retos que nos hemos impuesto. Sabemos que cada día hay mas problemas para dar continuidad a los talleres artesanos para calzados manuales, también van desapareciendo lentamente los talleres de reparación, sin embargo la problemática del calzado para pies con deformaciones subsiste y la persona que padece esa enfermedad o ese problema necesita dar respuesta a su dolencia, es ahí donde creemos debemos orientar nuestros esfuerzos. Hay también otro tipo de cliente que por diferentes razones, calza zapatos a medida y un zapato a medida se sale totalmente del proceso productivo de una industria mecanizada. El calzado para representaciones teatrales, folklore u otras actividades, también requiere en la mayoría de los casos, zapatos que deben hacerse a mano, bien sea porque hay que asemejarlo a otras épocas o por las características propias de cada zapato. Se plantea un tipo de formación específico para los profesionales de la compostura y la medida que garantice la propia continuidad de sus establecimientos, que hagan más rentable su esfuerzo y que tengan un arraigo social que la modernidad de las técnicas no podrá cambiar. La formación a la que aludimos debe contemplar estudios sobre ajuste y diseño, realización de trepas de los modelos y sus despieces, cortado de piel de empeine y de forro, sistemas de medidas, tipos de pieles. Para alcanzar este tipo de conocimientos se requiere un conocimiento básico en el manejo de patrones y material técnico de dibujo, sistemas de corte y herramientas. Anatomía del pie y pierna, con cierto dominio de las técnicas empleadas para la toma de medidas del pie y de la pierna, conocimiento y lectura de las huellas plantares, estudio de las huellas y conocimiento de los músculos y articulaciones del pie y pierna, desarrollo de las plantillas de pies para espolón calcaneo, pies cabos, pies planos y plantillas anatómicas, para poder comprender con ciertas garantías de éxito estas normas de calzado anatómico, es preciso una aplicación exigente de las reglas básicas de la ergonomía. Teoría y práctica del montado de calzado artesano, con todo lo que supone el estudio de plantas, contrafuertes y topes; centrado y montado de calzados; preparación de hilos y tipos de cosidos manuales; terminación del calzado artesano. Conocimientos de los diferentes problemas y soluciones de un pie con deformaciones y de un calzado ortopédico; obtención de la horma básica en escayola y posteriormente en madera. Las instrucciones deben llegar a las nuevas y modernas técnicas de búsqueda de empleo. Los mecanismos que inducen al cooperativismo. También consideramos que son necesarias como mínimo, un montante de 400 horas de prácticas para superar ese curso Desde nuestro punto de vista, consideramos que la profesión de zapatero artesano, al margen de otras aplicaciones en la compostura, tiene un horizonte mucho más amplio que el que pudiera pensarse. Téngase en cuenta que al menos un 5% de la población adulta tiene problemas serios en los pies, a ello habrá que sumar ese otro porcentaje de personas que calzan zapatos a medida y no por cuestiones puramente anatómicas. Ante estos hechos, el Zapatero Artesano al que se le incorporan los conocimientos necesarios de anatomía y ortopédia, se convertirá en un zapatero Artesano y Ortopédico que revitalizará la profesión y cumplirá una función necesaria y de gran alcance social."